Finalmente se dio lo que muchos esperaban. Mediante Decreto Ejecutivo 1142 de 7 de octubre de 2020 se permitió a partir del pasado 12 de octubre el uso de piscinas públicas y privadas en Panamá.
Las piscinas se han mantenido cerradas desde marzo, cuando se declaró emergencia nacional por el COVID-19. A pesar de haberse abierto las áreas sociales el 1 de junio, el uso de las piscinas se mantuvo restringido, lo que causó la molestia y descontento de muchos residentes de edificios y residenciales. Muchos cuestionaban el porqué del cierre si el agua de las piscinas es clorada y está confirmado que el virus no se transmite por esa vía. Sin embargo, el mayor riesgo de contagio en piscinas no se da en el agua, sino en la dificultad de mantener el distanciamiento físico en el agua y en el riesgo de contaminación de superficies.
A los pocos días de abiertas las piscinas, el Ministerio de Salud (MINSA) emitió la “Guía Sanitaria de Bioseguridad Post-COVID-19 para las Operaciones de Piscinas Públicas y Privadas”. Esta guía debe ser seguida por los operarios y administradores de piscinas para asegurar espacios seguros y libres del virus. A continuación, resumimos los principales lineamientos de esta guía.
Lineamientos para los Administradores:
- Establecer la capacidad del 25% guardando los 4 metros de distancia entre cada usuario: Para esto deberá medir el largo y ancho en metros de la piscina y multiplicar las cifras para sacar el metraje. Este metraje lo dividen entre 4 y el resultado se multiplica por 25%. La cifra resultante será el máximo de personas que podrán estar dentro de la piscina a la vez para cumplir con las disposiciones establecidas. Este mismo porcentaje del 25% aplica para las áreas externas de las piscinas y demás áreas sociales.
- Establecer horarios de uso y un método de reservas: Para garantizar que la mayoría de los usuarios puedan hacer uso de la piscina es necesario establecer el horario de uso y turnos con citas previas para que los residentes reserven. Muchas administraciones están utilizando desde junio métodos como listas donde los residentes se anotan o aplicaciones electrónicas. Lo importante es que se pueda medir el tiempo y saber quién utilizará las instalaciones en determinado momento.
- Regular las visitas: Como la capacidad de uso de las instalaciones es menor, el MINSA solicita restringir el ingreso de visitas y de no residentes a las instalaciones. Recordemos que aún las celebraciones y fiestas no están permitidas en las áreas comunes por lo cual no podemos confundir el concepto de reserva para uso de las áreas con la reserva para celebraciones.
- Establecer protocolos de limpieza: La limpieza de las áreas comunes ha sido un tema importante y sensitivo en los PHs desde que se dio el primer caso por COVID-19 en nuestro país. Los PHs deben contar no solo con el personal necesario para poder atender las necesidades de limpieza y desinfección de las áreas sino con los recursos económicos para poder dotarse de los insumos, equipos e implementos de limpieza necesarios para una correcta desinfección de las áreas. Para esto, se recomienda:
- Disponer de gel alcoholado en la entrada y otros lugares para que los usuarios puedan desinfectarse las manos de manera frecuente.
- Colocar atomizadores con alcohol en una concentración mínima del 70% para que los usuarios puedan desinfectar el mobiliario y superficies previo y luego de su uso.
- Asegurarse que los baños cuenten con lo necesario para una correcta higiene (agua, papel toalla, jabón, papel higiénico).
- Asegurarse que el personal de limpieza cuente con los implementos de protección necesarios para realizar de forma segura su labor y que esté capacitado y entrenado debidamente sobre los procedimientos especiales de limpieza y desinfección.
- Asegurarse que la calidad del agua de las piscinas sea la correcta.
- Cumplir con lo establecido en la Guía de Limpieza y Desinfección establecidas por el MINSA.
- Realizar una limpieza y desinfección diaria de todas las áreas comunes y cada 2 horas de las superficies de alto contacto como barandales, manijas de puertas, grifos de lavamanos, palancas de inodoros, mesas, sillas y similares. De igual forma, realizar una limpieza profunda cada 2 semanas y cada 7 días en áreas de alto riesgo. Las zonas húmedas de baños, vestidores y duchas deberán limpiarse 3 veces al día.
- Mobiliario necesario: Es recomendable tener solo el mobiliario necesario para las capacidades del área. Es recomendable demarcar la distancia entre el mobiliario para evitar que sea movido más allá de los 2 metros recomendados.
- Vigilancia: Será necesario disponer de personal interno para asegurarse que se estén cumpliendo las normativas de bioseguridad y que oriente a los usuarios sobre las medidas implementadas. En los PHs esta tarea podrá ser dividida entre la administración, conserjes y vigilantes o porteros. Por esto, se recomienda que lo horarios de uso de las piscinas sea en horas donde esté laborando dicho personal.
- Información y comunicación: Las administraciones deberán mantenerse informadas y actualizadas sobre las medidas de prevención del COVID-19 y comunicar esta información a los usuarios y colaboradores a través de afiches, mensajes, murales y métodos similares. Se recomiendan actividades de promoción y educación sobre las medidas de prevención.
Lineamientos para los Usuarios:
- Ducharse antes y después de utilizar la piscina.
- Evitar compartir y llevar a las piscinas material auxiliar de juego como colchonetas, flotadores, juguetes y similares.
- No acudir a la piscina si presenta síntomas de COVID-19, si está en espera de resultados de la prueba o si está en cuarentena preventiva.
- El uso de mascarilla será obligatorio para ingresar y mantenerse en las instalaciones y solo podrán ser retiradas cuando se esté en el agua y sustituida si se moja o ensucia.
- Cumplir con la etiqueta respiratoria: toser o estornudar en el ángulo del antebrazo, no escupir en el suelo y el uso de pañuelos desechables.
- Dentro y fuera del agua se deberá mantener el distanciamiento físico de 2 metros con personas con las que no se convive (burbuja familiar) y evitar el contacto físico como gestos de saludo y similares.
- Si utilizó la piscina y resultó COVID-19 positivo, informar a la administración para poder realizar los procesos de desinfección requeridos.
- No consumir alimentos ni bebidas en las piscinas.
- No realizar eventos, fiestas y reuniones que involucre aglomeraciones de personas. Las piscinas deben ser utilizadas por usuarios que viven en el área local.
Sabemos que muchos de estos lineamientos y recomendaciones pueden resultar incómodos o innecesarios para muchos residentes y habrá quienes se resistan al cumplimiento. Sin embargo, son disposiciones establecidas por la autoridad de salud y las administraciones tenemos la responsabilidad de implementarlas y hacerlas cumplir, para beneficio de todos. En el uso de las áreas comunes debemos practicar la autorregulación y la cortesía con el resto de los usuarios y asegurar así no solo espacios sanos y libres de virus sino ambientes comunes de cordialidad y respeto entre quienes compartimos un mismo área común.